Transformando vidas, construyendo futuros | Eduardo Ramírez: “Ser el primer profesional de mi familia ha sido mi mayor logro”
Eduardo Ramírez es titulado de Fundación Portas, ha recorrido un camino marcado por el esfuerzo, la superación personal y el deseo de impactar en otros. Hoy trabaja en Banco Estado como Ingeniero de Procesos, Sistemas y Tecnología, luego de titularse como Contador Auditor en la Universidad de Chile; logros que no imaginaba posible cuando era un estudiante de enseñanza media, en Maipú. En esta entrevista, comparte su historia, sus aprendizajes y sus sueños a futuro.
¿Cuáles son tus orígenes? Cuéntanos sobre ti
— Yo estudié en el Colegio Cardenal Carlos Oviedo Cavada, un colegio subvencionado en Maipú. Soy el primer profesional de mi familia. Nadie en mi entorno podía guiarme en el camino universitario, así que todo fue nuevo para mí.
¿Qué sello crees que distingue a un estudiante que pasó por Portas, de uno que no?
— Creo que los estudiantes que pasan por Portas son más humanos, más conscientes de los desafíos personales que pueden afectar lo académico. El acompañamiento psicológico y social, los talleres, todo eso te da herramientas para afrontar problemas desde una perspectiva más integral. Nos enfocamos no solo en estudiar, sino en ser personas completas.
¿Cuáles consideras que han sido tus principales logros, tanto académicos como personales y profesionales?
— En lo académico, haber sido ayudante de una asignatura desde el primer semestre fue muy significativo. Un profesor confió en mí, y durante cuatro años seguí en esa línea, lo que me permitió luego especializarme en el área tecnológica.
— En lo personal, sin duda, convertirme en el primer profesional de mi familia. Tomar decisiones solo, buscar orientación y apoyos externos, fue muy difícil pero también muy gratificante. Sentí que podía abrir un nuevo camino para los que vienen detrás.
¿Te imaginaste en algún momento llegar hasta donde estás hoy?
— No, para nada. Me cambié en diciembre al Banco Estado, donde hoy soy Ingeniero de Procesos, Sistemas y Tecnología. De niño, jamás me habría imaginado alcanzar esto. Desde los 13 años quería ser contador, lo descubrí en ferias laborales en el colegio. Pero estudiar en una buena universidad, terminar a tiempo y trabajar en una institución así… fue más de lo que soñé.
¿Cómo te ves en cinco años más? ¿Qué metas te gustaría alcanzar?
— Me visualizo creciendo dentro de la misma organización. No quiero quedarme como staff: quiero avanzar, llegar a ser jefatura o liderar un equipo. Me gusta enseñar, guiar a otros. También, en lo personal, me encantaría formar una familia junto a mi pareja.
Transformando vidas, construyendo futuros, es una campaña de Fundación Portas que busca visibilizar los logros de los más de 400 jóvenes que han sido acompañados por Portas en su tránsito por la educación superior.
Actualmente contamos con más de 1.200 becados, a quienes a través de alianzas colaborativas y donaciones, acompañamos de manera interdisciplinar hasta alcanzar la meta de convertirse en profesionales e insertarse correctamente en el mundo laboral.
Con tu aporte y compromiso, podemos acompañar a más jóvenes que buscan convertirse en los primeros profesionales de sus familias.
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Transformando vidas, construyendo futuros | Eduardo Ramírez: “Ser el primer profesional de mi familia ha sido mi mayor logro”
Eduardo Ramírez es titulado de Fundación Portas, ha recorrido un camino marcado por el esfuerzo, la superación personal y el deseo de impactar en otros. Hoy trabaja en Banco Estado como Ingeniero de Procesos, Sistemas y Tecnología, luego de titularse como Contador Auditor en la Universidad de Chile; logros que no imaginaba posible cuando era un estudiante de enseñanza media, en Maipú. En esta entrevista, comparte su historia, sus aprendizajes y sus sueños a futuro.
¿Cuáles son tus orígenes? Cuéntanos sobre ti
— Yo estudié en el Colegio Cardenal Carlos Oviedo Cavada, un colegio subvencionado en Maipú. Soy el primer profesional de mi familia. Nadie en mi entorno podía guiarme en el camino universitario, así que todo fue nuevo para mí.
¿Qué sello crees que distingue a un estudiante que pasó por Portas, de uno que no?
— Creo que los estudiantes que pasan por Portas son más humanos, más conscientes de los desafíos personales que pueden afectar lo académico. El acompañamiento psicológico y social, los talleres, todo eso te da herramientas para afrontar problemas desde una perspectiva más integral. Nos enfocamos no solo en estudiar, sino en ser personas completas.
¿Cuáles consideras que han sido tus principales logros, tanto académicos como personales y profesionales?
— En lo académico, haber sido ayudante de una asignatura desde el primer semestre fue muy significativo. Un profesor confió en mí, y durante cuatro años seguí en esa línea, lo que me permitió luego especializarme en el área tecnológica.
— En lo personal, sin duda, convertirme en el primer profesional de mi familia. Tomar decisiones solo, buscar orientación y apoyos externos, fue muy difícil pero también muy gratificante. Sentí que podía abrir un nuevo camino para los que vienen detrás.
¿Te imaginaste en algún momento llegar hasta donde estás hoy?
— No, para nada. Me cambié en diciembre al Banco Estado, donde hoy soy Ingeniero de Procesos, Sistemas y Tecnología. De niño, jamás me habría imaginado alcanzar esto. Desde los 13 años quería ser contador, lo descubrí en ferias laborales en el colegio. Pero estudiar en una buena universidad, terminar a tiempo y trabajar en una institución así… fue más de lo que soñé.
¿Cómo te ves en cinco años más? ¿Qué metas te gustaría alcanzar?
— Me visualizo creciendo dentro de la misma organización. No quiero quedarme como staff: quiero avanzar, llegar a ser jefatura o liderar un equipo. Me gusta enseñar, guiar a otros. También, en lo personal, me encantaría formar una familia junto a mi pareja.
Transformando vidas, construyendo futuros, es una campaña de Fundación Portas que busca visibilizar los logros de los más de 400 jóvenes que han sido acompañados por Portas en su tránsito por la educación superior.
Actualmente contamos con más de 1.200 becados, a quienes a través de alianzas colaborativas y donaciones, acompañamos de manera interdisciplinar hasta alcanzar la meta de convertirse en profesionales e insertarse correctamente en el mundo laboral.
Con tu aporte y compromiso, podemos acompañar a más jóvenes que buscan convertirse en los primeros profesionales de sus familias.