Transformando vidas, construyendo futuros | Rubén Manzo: “La dualidad entre el circo y la universidad me marcó, pero siempre lo imaginé posible”

Rubén Manzo Sepúlveda es kinesiólogo, titulado de la Universidad Católica Silva Henríquez. Su historia de vida se mueve entre dos mundos: el del circo -su lugar de origen y pertenencia- y el de la educación superior, que lo convirtió en el primer profesional de su familia. Acompañado por Fundación Portas, Rubén logró cumplir su sueño académico y abrir un camino que inspiró a primos, tíos y hermanos a continuar sus estudios.

¿Cuáles son tus orígenes? Cuéntanos sobre ti

Soy originario de un circo. Mi abuela y mi padre son colombianos, y mi mamá y mis abuelos por parte de mamá son chilenos. Por haber crecido en el circo, no tengo una comuna como tal. Pasé por varios colegios -unos ocho o diez- hasta terminar cuarto medio en el Liceo Industrial de Puente Alto. Soy el primer profesional de mi familia, y después de mí muchos más se motivaron a estudiar carreras profesionales por mí.

¿Cuál crees que es el sello de quienes pasan por Fundación Portas?

El compromiso hacia las personas, el pensar en la persona como un ser más que un producto.

¿Cuáles han sido tus principales logros académicos y personales?

Uno fue haber terminado la carrera sin reprobar ningún ramo. También haber participado en campañas en la universidad, ir a voluntariados, y ser el primer profesional de mi familia. Eso motivó a mis primos, tíos y hermanos a estudiar. Viajando con el circo conocí desde Arica hasta Punta Arenas. Eso me permitió ver realidades muy distintas y me ha ayudado mucho en mi vida profesional.

¿Alguna vez imaginaste alcanzar lo que lograste hoy?

De chico siempre quise estudiar una carrera, amaba las matemáticas. Pero me daba miedo porque el circo se movía mucho y en los colegios duraba una semana, dos, máximo un mes. Además sufrimos mucha discriminación: nos trataban de ignorantes por ser de circo. Siempre soñé con ser profesional, pero jamás dejar de lado mis orígenes. Esa dualidad de ser de circo y estudiar una carrera universitaria es lo que me define.

¿Y si pudieras hablarle al Rubén de niño?

Siempre me imaginé que iba a estudiar, aunque pensé que iba a ser más difícil. La pandemia fue un beneficio para mí porque el circo no se movió y pude estudiar online. Desde niño me vi sacando una carrera adelante y siempre siguiendo en el circo.

¿Qué tan importante fue el apoyo de Portas en tu camino?

Más que el apoyo monetario, que igual fue importante, lo que más me marcó fue el apoyo psicológico de mi facilitadora. Hubo momentos muy difíciles en que estaba casi a punto de llorar, y ella me ayudó mucho a auto percibirme y seguir adelante. También recibí mentorías, que fueron clave porque mi base en biología, química y física era mala. Gracias a eso pude avanzar en la universidad. 

¿Cómo te proyectas a cinco años?

Me veo atendiendo a más personas del circo, de todos los circos de Chile. Meo veo jamás olvidándome de dónde soy, pero tampoco dejando de lado esta carrera que me costó tanto sacar adelante.

Transformando vidas, construyendo futuros

Fundación Portas ha acompañado a más de 400 jóvenes que, como Rubén, se han convertido en los primeros profesionales de sus familias. Hoy, con más de 1.200 becados en todo Chile, seguimos trabajando por su formación integral, gracias a alianzas colaborativas y al compromiso de nuestros socios y socias.

Revisa nuestras formas de ayudar y súmate a nuestro propósito de transformar vidas y construir futuros para más jóvenes primera generación.

Comparte esta noticia

Transformando vidas, construyendo futuros | Rubén Manzo: “La dualidad entre el circo y la universidad me marcó, pero siempre lo imaginé posible”

Rubén Manzo Sepúlveda es kinesiólogo, titulado de la Universidad Católica Silva Henríquez. Su historia de vida se mueve entre dos mundos: el del circo -su lugar de origen y pertenencia- y el de la educación superior, que lo convirtió en el primer profesional de su familia. Acompañado por Fundación Portas, Rubén logró cumplir su sueño académico y abrir un camino que inspiró a primos, tíos y hermanos a continuar sus estudios.

¿Cuáles son tus orígenes? Cuéntanos sobre ti

Soy originario de un circo. Mi abuela y mi padre son colombianos, y mi mamá y mis abuelos por parte de mamá son chilenos. Por haber crecido en el circo, no tengo una comuna como tal. Pasé por varios colegios -unos ocho o diez- hasta terminar cuarto medio en el Liceo Industrial de Puente Alto. Soy el primer profesional de mi familia, y después de mí muchos más se motivaron a estudiar carreras profesionales por mí.

¿Cuál crees que es el sello de quienes pasan por Fundación Portas?

El compromiso hacia las personas, el pensar en la persona como un ser más que un producto.

¿Cuáles han sido tus principales logros académicos y personales?

Uno fue haber terminado la carrera sin reprobar ningún ramo. También haber participado en campañas en la universidad, ir a voluntariados, y ser el primer profesional de mi familia. Eso motivó a mis primos, tíos y hermanos a estudiar. Viajando con el circo conocí desde Arica hasta Punta Arenas. Eso me permitió ver realidades muy distintas y me ha ayudado mucho en mi vida profesional.

¿Alguna vez imaginaste alcanzar lo que lograste hoy?

De chico siempre quise estudiar una carrera, amaba las matemáticas. Pero me daba miedo porque el circo se movía mucho y en los colegios duraba una semana, dos, máximo un mes. Además sufrimos mucha discriminación: nos trataban de ignorantes por ser de circo. Siempre soñé con ser profesional, pero jamás dejar de lado mis orígenes. Esa dualidad de ser de circo y estudiar una carrera universitaria es lo que me define.

¿Y si pudieras hablarle al Rubén de niño?

Siempre me imaginé que iba a estudiar, aunque pensé que iba a ser más difícil. La pandemia fue un beneficio para mí porque el circo no se movió y pude estudiar online. Desde niño me vi sacando una carrera adelante y siempre siguiendo en el circo.

¿Qué tan importante fue el apoyo de Portas en tu camino?

Más que el apoyo monetario, que igual fue importante, lo que más me marcó fue el apoyo psicológico de mi facilitadora. Hubo momentos muy difíciles en que estaba casi a punto de llorar, y ella me ayudó mucho a auto percibirme y seguir adelante. También recibí mentorías, que fueron clave porque mi base en biología, química y física era mala. Gracias a eso pude avanzar en la universidad. 

¿Cómo te proyectas a cinco años?

Me veo atendiendo a más personas del circo, de todos los circos de Chile. Meo veo jamás olvidándome de dónde soy, pero tampoco dejando de lado esta carrera que me costó tanto sacar adelante.

Transformando vidas, construyendo futuros

Fundación Portas ha acompañado a más de 400 jóvenes que, como Rubén, se han convertido en los primeros profesionales de sus familias. Hoy, con más de 1.200 becados en todo Chile, seguimos trabajando por su formación integral, gracias a alianzas colaborativas y al compromiso de nuestros socios y socias.

Revisa nuestras formas de ayudar y súmate a nuestro propósito de transformar vidas y construir futuros para más jóvenes primera generación.

Comparte esta noticia